El discurso del presidente, la noche de ayer, encantó y desencantó al pueblo dominicano. Depende el cristal con que se mire. Una comparecencia que solo duró 19 minutos y ha suscitados decenas de horas para comentarlo.
Los encantados piensan que el Presidente fue honesto y dijo que luego de tantas manifestaciones de apoyo a su eventual repostulación se vio urgido a cambiar de criterio en cuanto a la reelección presidencial. Dentro de esos factores cabe enumerar que más de 24 encuestas realizadas durante más de dos años lo mantienen como favorito del pueblo dominicano. Sin duda ello fue uno de los elementos más ponderados por el Jefe del Estado para optar por un nuevo mandato en los comicios de 2016.
La postura del Presidente Danilo se apoya en una razón de mucho peso, fácil de entender. Si es el más popular ¿por qué no repetir y dejarle el campo libre a los menos populares?
Los desencantados, por su parte, no le perdonan que haya promovido una reforma constitucional para beneficiarse así mismo.
En tal sentido consideran que el Presidente Medina es más de lo mismo. No creen en sus palabras.Y para ellos ha dejado de ser un político confiable porque se desdijo. Lo comparan con Hipólito Mejía,que dijo más de 40 veces que no optaría por una reelección y luego faltó a su palabra promoviendo también una reforma a la Constitución que le permitiera repostularse.
La discusión está planteada a su más alto nivel. Tiene gente a favor y en contra.Así llegará el 15 de mayo del 2016 y entonces las urnas dirán el veredicto final del electorado. Entonces se sabrá quien tuvo la razón.
