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Huchi, Cavada, Díaz, Dechamsp: de héroes a villanos
La paradoja que envuelve la actual situación de los periodistas Juan Bolívar Diaz, Huchi Lora, Roberto Cavada y Amelia Dechasmp, es que gozan de la doble calidad de villanos y héroes de la película, al mismo tiempo.
Ello así porque se trata de comunicadores sociales muy populares a quienes se les reconoce una dilatada trayectoria de ejercicio de un periodismo valiente, honesto y serio al servicio de los mejores intereses nacionales, pero que por sus posiciones frente al tema haitiano han sido estigmatizados como “vende patria” en diferentes círculos de la sociedad dominicana y a través de las redes nacionales.
Naturalmente el tema es polémico. Los periodistas citados son contrarios a las repatriaciones indiscriminadas de haitianos que residen ilegalmente en el país y son críticos de la corriente dominicana anti haitiana que fomenta un clima de tensión entre haitianos y dominicanos, y critican que se quiera desconocer como dominicanos a los haitianos nacidos en el territorio nacional.
Los dominicanos que albergan animadversión contra los haitianos consideran villanos y vende patria a los periodistas citados.Le pasan por encima a sus méritos profesionales y los denotan alegremente. Algunos supuestos nacionalistas han llegado al extremo de amenazarlos de muerte. Pero no todos los dominicanos piensan del mismo modo. Una parte del pueblo dominicano respalda la postura de Díaz, Lora, Cavada y Deschamp. Para estos son héroes de los medios de comunicación.
Así están las cosas en nuestro país, y así de apasionante es el tema haitiano. Un tema que divide la opinión pública dominicana. Es un caso muy complejo. Quienes piden tolerancia para los haitianos se escudan en el derecho internacional y en razones humanitarias, tomando en cuenta la situación socio, económica y política de Haití como Estado fallido. Los que demandan repatriaciones y control migratorio estricto lo hacen por patriotismo. Apelan a Duarte y los trinitarios. Consideran que son patriotas.
Así , pues, parece que estamos frente a vende patrias y patriotas enfrentados.
Lo curioso de todo esto es ser testigos de lo fácil que le resulta a mucha gente convertir en canallas a hombres honestos, sensatos, valientes y creíbles. Una gran lección de cuan veleidosos pueden ser, a veces, determinados segmentos de un pueblo.
Es un asunto curioso.