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¿Qué tal si legalizamos las drogas?

Por: Emerson Fortuna Batista

Algunas personas les gustaría
que eso suceda, y creen que esto sería lo más conveniente.

Para hablar del
delicado tema de la legalización de las drogas hay que mencionar varios
aspectos que no podemos dejar de lado en este asunto.

Los perjuicios y problemas de salud que ya alguna
vez hemos escuchado mencionar como por ejemplo:

La
cocaína  hace que los vasos sanguíneos se estrechen, restringiendo el
flujo de la sangre. Esto obliga al corazón a trabajar más fuerte para bombear
la sangre por el cuerpo. El corazón puede trabajar tan fuerte, acelerando sus
latidos, que temporalmente pierde su ritmo natural deteniendo el flujo de
sangre.

Tomar dosis
altas de anfetaminas aumenta, de manera peligrosa, la temperatura corporal y la
posibilidad de convulsiones.

Al suspender
su uso, aparece síndrome de abstinencia con síntomas como: fatiga extrema,
depresión y dificultad para dormir.

El abuso de algunos estimulantes (a veces dentro de un periodo corto de
tiempo y otras veces en un tiempo mayor) puede llevar a sentimientos de hostilidad,
ver cosas que no existen o pensar que otras personas quieren dañarnos.
 El consumo de la marihuana deteriora la
capacidad para crear recuerdos nuevos, y provoca fijación del pensamiento, es
decir, atrofia la capacidad mental para desviar la atención de una cosa a otra.
Entorpece la coordinación y el equilibrio al adherirse a los receptores en el
cerebelo y los ganglios basales, que son las partes del cerebro que regulan el
equilibrio, la postura, la coordinación y el tiempo de reacción. Por lo tanto,
también se ve afectada la capacidad de realizar tareas complicadas, de hacer
deportes, de aprender y de conducir un vehículo.
Los consumidores de
dosis altas de marihuana pueden experimentar una psicosis aguda, que incluye
alucinaciones, delirio y una pérdida del sentido de la identidad personal o
autorreconocimiento.

Lo peor de
todo es que generan adicción, y esto llevaría a estas personas a robar, matar
por dinero…porque ya la necesitan.

Esto es, nada más, una
breve síntesis del uso de las drogas mencionadas y sus consecuencias.
En otro orden de ideas,
pero siempre dentro de nuestro mismo tema, como dice el comercial que se
difunde por varios medios de comunicación, estas sustancias controladas, “las
drogas no son malas porque son ilegales, son ilegales porque son malas”,
dañinas. Prohibidas por la Ley 50-88 en nuestro país (República Dominicana)
Por otra parte, en algunos
sectores de la sociedad se encuentra sobre la mesa de discusión el tema sobre
la legalización de las drogas. 
Una de las preocupación en torno al tema es que a
los narcotraficantes, los carteles de droga y otros corruptos del área (algunas
personas refieren entre estos últimos a políticos) les bajaría el apetito por
el negocio, porque los precios caerían por los suelos, y claro está, vendrían
algunas restricciones de lugar. Y ya entonces no sería una actividad tan
lucrativa, porque habría que pagar impuestos, someterse a los controles
fiscales, etc. y esto por supuesto bajaría considerablemente las ganancias.
Recordando un poco de
“historia”, cuando en Chicago, ciudad norteamericana,  el alcohol se vendía de manera clandestina
entre los años 1919 a 1933, de esta ilegalidad surgió una gran industria encubierta,
donde había distribuidores, bares, colaboradores, etc. Y la gente no dejaba de
ingerir alcohol, sino, que ahora lo compraba ilegal, aun precio más alto, de
peor calidad que antes y en lugares peligrosos y de difícil acceso.
Así se fue corrompiendo
el Estado, es decir: el sistema legislativo, el sistema judicial… y de ahí en
adelante eso llevó a más criminalidad. Como si todo lo antes dicho fuera poco
el gobierno perdió  millones de dólares
en impuestos. La cifra exacta es desconocida. Solo se sabe que fueron muchos.
Cuando se abolió la
prohibición del alcohol, la criminalidad relacionada con este líquido
despareció, el Estado empozó a generar grandes sumas de dinero por concepto del
pago de impuestos, y la cantidad de adictos al alcohol no se incrementó como se
creía que  iba a pasar.
En este resumen del
análisis en las partes tanto históricas como reflexivas, me atrevo a decir que,
los carteles de droga, los narcotraficantes, los capos, etc.… son los primeros
que no desean que se legalicen las drogas.
Y debo añadir  algo más a este polémico asunto…
Que con la legalización
de las drogas se apoderarían de la venta, sectores poderosos de la sociedad
como vendedores o distribuidores únicos.
Tal vez en estos
momentos algunos de ellos hablan como si estuvieran en desacuerdo con la
legalización de estos estupefacientes.
Y ya para finalizar…
Antes los que vendían
alcohol eran mal vistos por la sociedad, y era corrupción, hoy en día los que
beben alcohol y/o fuman cigarrillos una parte de la sociedad lo ve mal; sin
embargo, los dueños y socios entre otros de esas industrias son denominados
empresarios respetables y prestigiosos, y salen en las revistas de sociales, y
otras publicaciones rosas. Y cuando hacen donaciones a algunos centros como
asilo de ancianos, lo proyectan como filántropos, es decir que
aman a todas las
personas y se dedica a ayudarlas y a procurar su bien de manera desinteresada.
Esa parte la sigo
analizando, pero aun no la  he podido entender.
El autor es abogado

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